jueves, 18 de octubre de 2012

Historia de una Dorada





Eran las once de la mañana de un bonito día 17 de octubre, estando en el Bar del Titi sin pensamiento de hacer casi nada en todo el día, me llego nuestro amigo el “Santero” y nos dijo a Raúl “el Popi” y a mí, que si nos íbamos a pescar, que ese era el día clave para pillar algo. No lo pensamos y del tirón preparamos las cosas y tiramos para el sitio. En Medina hacia algo de levante, pero cuando llegamos al pesquero no hacía nada de viento, así que aunque parezca increíble sudábamos los tres como un pato. El Raúl estaba chorreando, al Santero le caía el sudor por las gafitas abajo, y yo que me quite la camiseta parecía que me había caído al agua, me llegaba el sudor hasta la rabadilla del culo. Con mucha ilusión y más ganas tiramos las cañas y comenzó la espera.

!!.joder que susto la Renzo Valdieri del Santero ha dado un cabezazo!! pero la presa no engancho, escupió el anzuelo cuando se dio cuenta del engaño, me alegra que estas cabezonas sean tan listas. Un poco más tarde la Galaxy del Santero volvió a dar la nota, nos pillo desprevenidos, estábamos distraídos charlando cuando Raúl el Popi dice !!vira que cabezazo ha dado la cabrona !! y yo sin mirar escucho la carraca del carrete rrrrrrrrrr y soltar hilo, “hija de puta que buena es” !!creo que pensé porque la verdad, es que con los nervios no sabe uno por donde tirar!! pero cual fue nuestra sorpresa que tampoco engancho, aunque saco unos pocos de metros de hilo. Después tuvimos un kit kat y no se dieron picadas, pero bingo la Abu García de Raúl se doblo con el puntero hasta el suelo casi, joder otro pedazo de pieza pensamos, pero que va las cabronas se estaban pitorreando de nosotros. Otra que mordió y no pico. Pero señores a las cinco menos cuarto de una tarde aciaga del mes de octubre cuando ni Judas creía en los milagros, ocurrió lo que ocurrió,

Mi pedazo de caña “Agua Chima” reventa (me costó quince euros y le faltan nada más que tres anillas), dio un cabezazo que no está ni estará en los anales de la historia pesqueril. Mi “Agua Chima” se doblo, hasta límites insospechados, metió el puntero en el agua salobre del océano Atlántico sin la mas mínima queja y sin el menor lamento me señalo que tenia atrapada entre sus fauces a la más preciada de todas las piezas que se puedan mover por ese liquido elemento que en grandes cantidades se denomina mar. Hay estaba enganchada pidiendo por favor que la sacaran para evitarle el sufrimiento. Formando un pedazo de equipo entre mi caña !!Agua Chima reventa!! la sabiduría mía, después de sacar tantas doradas en la puntilla, y mi amigo Raúl “el Popi” lógramos el milagro esperado durante décadas de idas y venidas a todos los pesqueros del mundo. La pobre dorada acabo en el horno de casa con unas buenas papas, tomates, pimientos y cebollas. Por cierto mi madre lo celebro como si yo le hubiese dado unos nietos gemelos.

Gracias. Esta es la historia real y si queréis otra les cuento una mentira

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