Eran las once de la mañana de
un bonito día 17 de octubre, estando en el Bar del Titi sin pensamiento de
hacer casi nada en todo el día, me llego nuestro amigo el “Santero” y nos dijo
a Raúl “el Popi” y a mí, que si nos íbamos a pescar, que ese era el día clave
para pillar algo. No lo pensamos y del tirón preparamos las cosas y tiramos
para el sitio. En Medina hacia algo de levante, pero cuando llegamos al
pesquero no hacía nada de viento, así que aunque parezca increíble sudábamos
los tres como un pato. El Raúl estaba chorreando, al Santero le caía el sudor
por las gafitas abajo, y yo que me quite la camiseta parecía que me había caído
al agua, me llegaba el sudor hasta la rabadilla del culo. Con mucha ilusión y más
ganas tiramos las cañas y comenzó la espera.
!!.joder que susto la Renzo
Valdieri del Santero ha dado un cabezazo!! pero la presa no engancho, escupió
el anzuelo cuando se dio cuenta del engaño, me alegra que estas cabezonas sean
tan listas. Un poco más tarde la Galaxy del Santero volvió a dar la nota, nos
pillo desprevenidos, estábamos distraídos charlando cuando Raúl el Popi dice
!!vira que cabezazo ha dado la cabrona !! y yo sin mirar escucho la carraca del
carrete rrrrrrrrrr y soltar hilo, “hija de puta que buena es” !!creo que pensé porque
la verdad, es que con los nervios no sabe uno por donde tirar!! pero cual fue nuestra
sorpresa que tampoco engancho, aunque saco unos pocos de metros de hilo. Después
tuvimos un kit kat y no se dieron picadas, pero bingo la Abu García de Raúl se
doblo con el puntero hasta el suelo casi, joder otro pedazo de pieza pensamos,
pero que va las cabronas se estaban pitorreando de nosotros. Otra que mordió y
no pico. Pero señores a las cinco menos cuarto de una tarde aciaga del mes de
octubre cuando ni Judas creía en los milagros, ocurrió lo que ocurrió,
Mi pedazo de caña “Agua Chima”
reventa (me costó quince euros y le faltan nada más que tres anillas), dio un
cabezazo que no está ni estará en los anales de la historia pesqueril. Mi “Agua
Chima” se doblo, hasta límites insospechados, metió el puntero en el agua
salobre del océano Atlántico sin la mas mínima queja y sin el menor lamento me
señalo que tenia atrapada entre sus fauces a la más preciada de todas las
piezas que se puedan mover por ese liquido elemento que en grandes cantidades
se denomina mar. Hay estaba enganchada pidiendo por favor que la sacaran para
evitarle el sufrimiento. Formando un pedazo de equipo entre mi caña !!Agua Chima
reventa!! la sabiduría mía, después de sacar tantas doradas en la puntilla, y
mi amigo Raúl “el Popi” lógramos el milagro esperado durante décadas de idas y
venidas a todos los pesqueros del mundo. La pobre dorada acabo en el horno de
casa con unas buenas papas, tomates, pimientos y cebollas. Por cierto mi madre
lo celebro como si yo le hubiese dado unos nietos gemelos.
Gracias. Esta es la historia
real y si queréis otra les cuento una mentira